La vacunación contra esta enfermedad se adelantó para el 18 de marzo, con el fin de dejar protegidos a los grupos más vulnerables al contagio.
La campaña de vacunación contra la influenza -que el año pasado logró una cobertura de 93 por ciento- comenzará entonces diez días antes de lo habitual. Esto, como medida de precaución ante el comportamiento que han tenido los virus esta temporada en Canadá y Estados Unidos, donde se vio que la circulación comenzó con algunas semanas de adelanto.
‘Conociendo que en nuestro país se replica lo que ocurre en el hemisferio norte, nosotros hemos querido adelantarnos a esta situación e iniciar la vacunación con algún tiempo de anticipación’, explicó el subsecretario de Salud Pública.
Para la campaña de vacunación el Ministerio de Salud adquirió 3 millones y medio de vacunas, cuyas primeras partidas están siendo sometidas a los análisis de rigor en el Instituto de Salud Pública de Santiago. Esto significa tomar muestras de los lotes y someterlos a diversos exámenes para asegurar la calidad y seguridad del producto.
El subsecretario Díaz, junto con la directora del ISP, María Teresa Valenzuela, revisaron el proceso de control que efectúa la institución, y comprobaron que los análisis marchan en perfecta normalidad.
‘De esa forma tenemos la certeza de que tenemos una vacuna con la potencia adecuada y que es absolutamente segura e inocua para nuestra población’, informó la doctora Valenzuela.
El programa de vacunación contra el virus de la influenza se aplicará en todo el país, y estará dirigido a los grupos más vulnerables de la población: lactantes de entre 6 y 23 meses, enfermos crónicos, embarazadas a partir de las 13 semanas de gestación y los adultos mayores.
La vacuna se entregará en forma gratuita en todos los consultorios, postas rurales y lugares habilitados por la autoridad sanitaria para tales afectos.
Esta acción preventiva forma parte de la Campaña de Invierno que este año estará sustentada, además, en la vacunación contra el meningococo W135 que continúa en 2013, en su segunda etapa. La alta letalidad que mostró esta cepa de bacteria durante 2012 y el incremento de su presencia en invierno, hacen que los esfuerzos sanitarios deban mantenerse.