Quinta enfermedad (Eritema infeccioso) Peste de la cachetada
La quinta enfermedad, también denominada eritema infeccioso, es una infección viral común entre los niños en edad escolar. Está causado por el parvovirus B19, que se disemina a través del contacto directo de los líquidos o mucosidad de la nariz, o boca de una persona infectada.
La quinta enfermedad causa un salpullido tipo “mejilla abofeteada” de color rojo brillante que no aparece hasta que la persona contagiada ya no está más infectada. La quinta enfermedad generalmente es una enfermedad leve y algunas personas infectadas nunca podrían darse cuenta de que la tienen.
Los brotes de la quinta enfermedad generalmente ocurren hacia finales del invierno y hacia comienzos de la primavera. Cuando los brotes ocurren en niños en edad escolar, el 10 al 60% de los niños más propensos pueden presentar síntomas. El parvovirus B19 infecta a los seres humanos solamente, por lo tanto no es el mismo parvovirus que infecta a los perros.
Síntomas
A veces, la quinta enfermedad no causa ningún síntoma. Cuando hay síntomas, éstos pueden ser los de un resfrío leve (congestión nasal, goteo nasal, fiebre leve) dolor en el cuerpo, dolor de cabeza y fatiga. Estos síntomas desaparecen después de tres o cuatro días y son seguidos, generalmente en los niños, por un salpullido rojo brillante que usualmente aparece en las mejillas (el salpullido de la “mejilla abofeteada”).
Este salpullido facial está seguido por un salpullido plano en forma de encaje en los brazos y las piernas, el tronco y las nalgas. El salpullido con manchas podría dar comezón y durar varios días a varias semanas antes que desaparezca. Aún después de que el salpullido desaparece, a veces podría volver a aparecer si la piel se irrita por el roce, el calor, el frío, los ejercicios físicos y la exposición al sol.
Los adolescentes y los adultos con la quinta enfermedad podrían no presentar síntomas o podrían desarrollar salpullido típico, dolor en las articulaciones e hinchazón (inflamación) muy a menudo en los nudillos, muñecas y rodillas o ambos.
Los niños que presentan trastornos en la sangre, como anemia drepanocítica y anemia hemolítica y aquellos con deficiencia inmune o cáncer raramente presentan salpullido o la quinta enfermedad. En cambio, pueden desarrollar anemia severa (carencia de suficiente cantidad de glóbulos rojos) como resultado de la infección con parvovirus B19. Estos síntomas pueden incluir palidez, respiración rápida, pulso acelerado, fiebre y malestar generalizado en todo el cuerpo.
Diagnóstico
Por lo general, su médico puede diagnosticar la quinta enfermedad al ver el típico salpullido “mejilla abofeteada” sin fiebre u otros signos de enfermedad. La quinta enfermedad raramente se diagnostica antes de que aparezca el salpullido porque podría no haber síntomas tempranos o pueden ser leves o poco claros. En casos raros, se realizan análisis de sangre en busca de anticuerpos específicos contra el parvovirus B19. Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmune para ayudar al cuerpo a protegerse contra los virus u otros invasores. El virus mismo o su ADN viral (mapa genético) también pueden detectarse en la sangre de algunos pacientes.
Duración
La quinta enfermedad generalmente desaparece en tres semanas pero el salpullido podría durar más tiempo. Aunque los dolores en las articulaciones en los adolescentes podrían durar unas pocas semanas o meses, generalmente no hay más problemas en las articulaciones a largo plazo.
Prevención
La quinta enfermedad se disemina en las gotas de la tos y los estornudos en los pañuelos sucios o en los vasos y utensilios de cocina. Es difícil evitar la exposición a la enfermedad porque la quinta enfermedad es más contagiosa entre el tercer y el 14to. día antes de que aparezca el característico salpullido. Durante este lapso, la mayoría de los contagiados no saben que están enfermos y pueden contagiar la enfermedad a otros.
Cuando los brotes de la quinta enfermedad ocurren en una comunidad, lavarse las manos frecuentemente podría ayudar a prevenir la diseminación de la enfermedad. Es especialmente importante lavarse las manos antes de comer y después de haber tocado objetos infectados (pañuelos sucios, vasos y utensilios de comida). En la actualidad, no existe una vacuna aprobada contra la quinta enfermedad, aunque se está probando al menos una vacuna.
Tratamiento
Dado que la quinta enfermedad es una enfermedad leve, generalmente no requiere tratamiento. El cuidado del niño con salpullido urticante (que pica) es su casa y podría incluir baños con avena o tratamientos para el baño. Los adolescentes con dolor en las articulaciones podrían tratarse con calmantes de venta libre como el acetaminofén o el ibuprofeno No debe administrarse aspirinas a los niños con fiebre o alguna enfermedad parecida a la gripe, incluía la quinta enfermedad debido al riesgo de contraer el síndrome de Reye, un problema cerebral serio que aparece en los niños que han tenido cierto tipo de enfermedad viral y fueron tratados con aspirinas.
Los niños y adultos con trastornos en la sangre (como anemia drepanocítica y anemia hemolítica) y los niños con cáncer o con deficiencia inmune tienen un riesgo mayor de sufrir de una enfermedad seria como resultado de la quinta enfermedad. Los pacientes con deficiencia inmune podrían recibir inmunoglobulina intravenosa (IGIV) que contiene anticuerpos contra el parvovirus B19.
Pronóstico
Las personas que antes de contraer la quinta enfermedad estaban sanas se recuperan por completo en algunas semanas.