Diagnóstico diferencial de la DA del lactante
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Diagnóstico diferencial de la DA del lactante
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Aunque la DA es una de las dermatosis más frecuentes en el lactante, conviene remarcar que no todas las dermatitis que se presentan en esta época son dermatitis atópicas.
Se resumen a continuación algunas de las entidades con las que se debe establecer diagnóstico diferencial en este periodo, así como las claves diagnósticas básicas necesarias para su reconocimiento:
Dermatitis seborreica: aparece más precozmente que la DA, entre la segunda y la décima semanas de vida. Una de sus presentaciones es la costra láctea, que se manifiesta en zona parietal media del cuero cabelludo en forma de escamas y costras amarillentas untuosas al tacto sobre una base eritematosa
Cuando la dermatitis seborreica afecta a la piel, a diferencia de la DA que acontece en este período, suele afectar a la zona central de la cara y pliegues (cuello, axila, genitocrural, zona del pañal), manifestándose como placas eritematoescamosas de bordes bien definidos. La evolución suele ser favorable, con desaparición espontánea de las lesiones tras los primeros meses de vida.
Acrodermatitis enteropática: aparece en las primeras 4-10 semanas de vida en niños alimentados con fórmula o 1-2 semanas después de abandonar la lactancia materna. La acrodermatitis enteropática y la DA pueden compartir el tipo de lesión (eccematosa) pero la localización es diferente. Mientras que la DA del lactante suele asentar en mejillas (respetando la zona centrofacial) y zonas de extensión de extremidades, la acrodermatitis enteropática muestra preferencia por las zonas acrales y periorificiales
Además, asocia alopecia, diarrea e irritabilidad; datos que no están presentes en la DA. Se debe a una deficiencia de zinc determinada por una alteración en la absorción intestinal de este elemento indispensable para el metabolismo y el correcto funcionamiento del sistema inmunológico. Sin la reposición adecuada, esta enfermedad puede tener un desenlace fatal, lo cual subraya la importancia de un diagnóstico precoz.
Psoriasis del lactante: la forma más frecuente de presentación es la psoriasis del pañal. Ésta cursa con eritema bien delimitado (sin escama amarillenta untuosa) en la zona baja de abdomen, pubis, genitales y parte superior de los muslos). Una historia familiar de psoriasis, así como la visualización de lesiones eritematosas e hiperqueratósicas en otras localizaciones, facilitan el diagnóstico.
Lupus neonatal: causado por el paso transplacentario de autoanticuerpos anti-Ro y anti-La. Se presenta en las primeras semanas de vida. La clínica cutánea típica incluye lesiones anulares eritematosas con borde descamativo y eritema y edema periorbitario Aunque cualquier territorio corporal puede estar afectado, cara y cuero cabelludo son las localizaciones predilectas. Suele resolverse espontáneamente antes del sexto mes de vida. En ocasiones se asocia a clínica cardiaca (bloqueo auriculoventricular), que es la que determinará el pronóstico de la enfermedad.
Escabiosis: Las claves del diagnóstico clínico son los antecedentes epidemiológicos, el prurito y la distribución de las lesiones. En todo paciente en el que coexista una erupción pruriginosa en más de un miembro de la familia, debe considerarse la infestación por sarna. Característicamente, el prurito es muy intenso y empeora por las noches. El signo cutáneo característico es el surco, línea curva, blanca o grisácea, de 1-10 milímetros de longitud, coronada en un extremo por una vesícula. Las lesiones han de buscarse en los espacios interdigitales de los dedos de las manos, cara volar de muñecas y codos, axilas, zona del cinturón, ombligo, nalgas, tobillos, areolas y pezones (mujeres), pene y escroto (hombres). Con frecuencia estas lesiones se asocian a pápulas eritematosas de pequeño tamaño, vesículas, pústulas y excoriaciones
En niños y lactantes, los surcos suelen ser prominentes en las palmas y plantas (). La sarna en lactantes y niños de corta edad puede comprometer la cara y el cuero cabelludo, localizaciones extremadamente infrecuentes en un adulto afectado. En lactantes no es raro el desarrollo de nódulos escabióticos lesiones induradas, infiltradas, de coloración eritematoparduzca, localizadas preferentemente en axilas, ingles, tronco, escroto y pene, que pueden presentarse de forma aislada o acompañando a otras lesiones escabióticas.
Ictiosis lamelar: es una genodermatosis de herencia autosómica recesiva. Se presenta al nacimiento en algunas ocasiones en forma de “bebé colodión”, en el que una membrana envuelve el tegumento y se desprende totalmente en los primeros días o semanas de vida. Puede dejar secuelas como ectropión o eclabión. Posteriormente, aparecen escamas poligonales planas de gran tamaño, adheridas en la zona central y con los bordes discretamente despegados, en una proporción variable de la superficie corporal, limitando la calidad de vida de manera importante en los pacientes que la padecen ).
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