Dra. María Paz Soto Ortega:
“La simulación clínica es una de las mejores formas de aprender”
Si bien esta técnica existe desde hace algún tiempo, la tecnología permite recrear experiencias y minimizar riesgos. El éxito de los procedimientos se puede asociar con los métodos de enseñanza.
En 1962, el diseñador John Spinello creó el juego Operando. En él, los participantes asumían el rol de cirujanos para realizar una intervención quirúrgica que consistía en extraer huesos y otros objetos de plástico con el uso de pinzas y sin tocar los bordes. La hazaña requería buen pulso y repetición, sino la alarma se accionaba. No en vano se dice que la práctica hace al maestro.
A más de 60 años de aquel invento, pareciera que la ficción se volvió real y hoy los médicos tienen la posibilidad de ensayar, tal como lo hacían los niños, pero en este caso a través de la simulación clínica, que recrea un escenario ideado para experimentar la representación de un acontecimiento real con la finalidad de practicar, aprender, evaluar, probar o adquirir conocimientos. En el ámbito de la medicina, permite reforzar habilidades en más de 200 procedimientos.
Así lo piensa la doctora María Paz Soto, urgencióloga y directora médica de Clínica Bupa, institución que cuenta con un moderno centro de simulación. “La implementación de esta nueva sala es un gran avance, ya que permitirá mejorar los procesos de aprendizaje y entrenamiento. Además, debido a su alto nivel de realismo, se podrá trabajar habilidades blandas como, por ejemplo, la mantención de la calma o el proceso de toma de decisiones en escenarios críticos”.
– ¿Por qué incluir la simulación en el proceso formativo del médico?
Tenemos la responsabilidad de estar en constante actualización. Creo que no existe mejor manera de hacerlo que con mecanismos que no sean directamente el paciente y eso lo ha permitido la simulación clínica e inteligencia artificial.
Esto ayuda a practicar, evitar errores y entrenar a los equipos en situaciones de estrés o procedimientos delicados.
En Bupa tenemos una política de crear escenarios complejos como parte de una actitud de formación y mejora continua. Esto nos da la posibilidad de ver cómo se procede, qué errores pueden ocurrir y, sobre eso, reentrenar a los equipos. Esa es la gran ventaja.
– ¿Qué pueden hacer específicamente con las fantomas?
Son modelos que simulan a escala real la anatomía humana, incluyendo órganos y sistemas internos, que además recrean los procesos de funcionamiento propios del ser humano como pulso, presión arterial, saturación y estados de consciencia.
De esta forma, cuentan con escenarios integrados para recrear de manera muy realista situaciones clínicas complejas como infarto, paro cardiorrespiratorio, accidentes cardiovasculares, neumotórax, estatus convulsivo y manejo neurológico del paciente, entre otras.
Entre sus características destaca un software que evalúa permanentemente los signos vitales y las reacciones del paciente a los procedimientos o la administración de fármacos, simulación de ruidos cardíacos y pulmonares y un tanque de cinco litros para la simulación de sangrado. Es realmente una tremenda herramienta pedagógica.
– Pasar de la práctica con cadáveres a fantomas ha sido un gran paso…
Absolutamente. Y claro, antes se hacía todo con esqueletos. Luego, apareció lo que también llamábamos simulación, que se trataba más bien de una actividad asociada a los pacientes, donde el interno era acompañado por un tutor que explicaba cómo realizar ciertos procedimientos e iba haciendo preguntas. Pero eso generaba que todos tuvieran formaciones y experiencias distintas, incluso, muchas veces se repetían los temas y no había posibilidad de experimentar otro tipo escenarios y, por ende, analizar posibles errores a la hora de abordarlos.
– Se piensa que la inteligencia artificial podría superarnos…
Se trata de una herramienta que permite disminuir los errores, pero que jamás podría sustituir a una persona o, en este caso, al médico. Finalmente, las decisiones son clínicas y dependen directamente de cómo el especialista formule las preguntas y la forma en que examine al paciente.
Existen muchas expectativas con respecto a la simulación clínica, porque es uno quien formula las preguntas en el software. Por ejemplo, puedes poner que tienes un paciente que te visita por dolor torácico y la máquina te entregará todo lo que tenga respecto a eso. Pero si la persona está confundiendo su motivo de consulta, todo el diagnóstico se pierde. Entonces, es en ese punto, donde los médicos siempre vamos a seguir siendo necesarios y la inteligencia artificial, como las simulaciones, son solo parte de un mecanismo de apoyo.
Por María Ignacia Meyerholz
Proyectando la apertura de la carrera de medicina, la Universidad Católica de Temuco comenzó a construir un moderno Hospital de Simulación Clínica.
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