Información para el Doctor.
En estudio llevado a cabo por neurólogos españoles asegura que el estrés crónico aumenta el riesgo de padecer un ictus, una enfermedad que en España afecta cada año a unas 130.000 personas. En Chile son 9000 casos por año.
Factores de riesgo no modificables.
Según el Observatorio del Ictus, existen factores de riesgo no modificables que pueden predisponer a una persona a padecer un ictus (edad, antecedentes familiares, sexo y raza)
Factores de riesgo modificables
y otros que sí pueden controlarse como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y de drogas, la hipertensión arterial, los niveles altos de colesterol, la diabetes, la obesidad, el sedentarismo, las dietas ricas en sal y en grasas y enfermedades del corazón, como la fibrilación auricular.
Estrés y riesgos en las personas.
Sin embargo, un estudio reciente realizado por neurólogos del Hospital Clínico San Carlos concluye que el estrés psicofísico, junto con la ansiedad y la depresión, son factores que aumentan el riesgo de padecer un ictus o accidentes cerebrovascular.
En concreto, este estudio publicado en Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry evaluó a 150 personas con una edad media de 54 años, además de a otras 300 personas sanas y de la misma edad residentes en la misma zona, a los que se evaluó el :
Escalas de estrés crónico
1.Estrés crónico a través de las puntuaciones combinadas de 4 escalas validadas:
2.los sucesos vitales estresantes,
3.síntomas como la ansiedad y la depresión,
4.el bienestar general y los patrones de comportamiento indicativos de personalidad tipo A, así como los factores de riesgo biológico para el accidente cerebrovascular (hipertensión, colesterol alto, etc.).
Lo uno o lo otro
Los participantes también fueron interrogados sobre su estilo de vida (incluyendo el consumo de cafeína, alcohol, bebidas energéticas, tabaquismo, etc.) y si tenían pareja y trabajo. Tras el análisis, los científicos encontraron que aquellas personas que habían tenido un episodio de estrés importante en el año anterior presentaban un riesgo de ictus casi cuatro veces mayor que el grupo de control sano.
Atención a las señales de alarma
Mantener a raya los factores de riesgo es indispensable para evitar un ictus, pero también es muy importante saber actuar a tiempo antes los signos de esta enfermedad. Por ello, es importante recordar y tener presente los cinco signos que nos advierten que una persona está padeciendo un ictus:
- Alteración repentina de la visión en un ojo o ambos
- Pérdida repentina de la fuerza o sensibilidad de la cara, brazo y/o pierna o de un lado del cuerpo
- Aparición repentina de problemas para hablar y/o entender lo que nos dicen
- Aparición repentina de desequilibrio o inestabilidad
- Dolor de cabeza de intensidad no habitual y sin causa aparente
Ante estos síntomas tenemos que actuar rápidamente, llamar al llevar al paciente lo más pronto posible a un centro de salud para que los especialistas puedan hacer un diagnóstico y establecer un tratamiento adecuado que permita reducir o evitar el riesgo de daño cerebral en el paciente.