Una nueva revisión sistemática de Cochrane evalúa la evidencia sobre diferentes formas de reducir el consumo de bebidas azucaradas

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Antecedentes:

El consumo frecuente de cantidades excesivas de bebidas azucaradas es un factor de riesgo para la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y la caries dental. Las intervenciones ambientales, es decir, las intervenciones que cambian el entorno físico o social en el que los individuos toman decisiones, se han recomendado como un medio para reducir el consumo de bebidas azucaradas.

 

Objetivos:

Evaluar los efectos de las intervenciones ambientales (excluyendo los impuestos) sobre el consumo de bebidas endulzadas con azúcar y leche azucarada, medidas antropométricas relacionadas con la dieta y resultados de salud.

 

Principales resultados:

Identificamos 14.488 registros únicos y evaluamos 1.030 en el texto completo para determinar su elegibilidad. Se encontraron 58 estudios que cumplían con los criterios de inclusión. La duración media del seguimiento fue de 10 meses. Los estudios incluyeron niños, adolescentes y adultos, y se implementaron en una variedad de entornos, incluidas escuelas, establecimientos de venta al por menor y servicios de comida. Los estudios examinan una amplia gama de intervenciones:

  • Intervenciones de etiquetado (8 estudios): encontramos evidencia de certeza moderada de que el etiquetado de semáforos está asociado con la disminución de las ventas de bebidas azucaradas (no se evaluó el disco pare de advertencia chileno).
  • Estándares de nutrición en instituciones públicas (16 estudios): encontramos evidencia de baja certeza de que la menor disponibilidad de bebidas azucaradas en las escuelas se asocia con una disminución del consumo.
  • Encontramos evidencia de muy baja certeza de que una mejor disponibilidad de agua potable en las escuelas y de fruta, estén asociados con un menor consumo de bebidas azucaradas.
  • Herramientas económicas (7 estudios): encontramos evidencia de certeza moderada de que los aumentos de precios en las bebidas azucaradas están asociados con la disminución de sus ventas.
  • Intervenciones al por menor y de servicio de alimentos (7 estudios): encontramos evidencia de baja certeza de que las bebidas predeterminadas más saludables en los menús de los niños en las cadenas de restaurantes están asociadas con la disminución de las ventas de bebidas azucaradas, y evidencia de certeza moderada de que la promoción en las tiendas de bebidas más saludables en los supermercados está asociada con la disminución de las ventas de bebidas azucaradas.
  • Encontramos evidencia de muy baja certeza de que las restricciones de planificación urbana en los nuevos restaurantes de comida rápida y las restricciones en la cantidad de tiendas que venden bebidas azucaradas en comunidades están asociadas con la disminución de las ventas de bebidas azucaradas.
  • Enfoques intersectoriales (8 estudios): encontramos evidencia de certeza moderada de que los programas gubernamentales de beneficios alimentarios con restricciones en la compra de bebidas azucaradas se asocien con una menor ingesta de estos productos.
  • Encontramos evidencia de certeza moderada de que las campañas comunitarias de componentes múltiples centradas en bebidas azucaradas estén asociadas con la disminución de las ventas de estos productos.
  • Intervenciones en el hogar (7 estudios): encontramos evidencia de certeza moderada de que una mejor disponibilidad de bebidas bajas en calorías en el entorno del hogar se asocia con una menor ingesta de bebidas azucaradas y una evidencia de alta certeza de que se asocia con una disminución del peso corporal entre los adolescentes con sobrepeso u obesidad y un alto consumo de línea base de bebidas azucaradas.

Conclusiones:

La evidencia incluida en esta revisión indica que existen intervenciones efectivas y escalables que abordan el consumo de bebidas azucaradas a nivel de población. Hemos encontrado algunas pruebas de que algunas de las medidas implementadas para ayudar a las personas a beber menos bebidas azucaradas han tenido éxito, incluidas las siguientes:

–          Etiquetas fáciles de entender, como etiquetas de semáforos y etiquetas que califican la salud de las bebidas con estrellas o estrellas. Números (no se incluyó el sello chileno)

–          Límites a la disponibilidad de las bebidas azucaradas en las escuelas (por ejemplo, la sustitución por agua en las cafeterías escolares).

–          Incrementos de precios en SB en restaurantes, tiendas y centros de ocio.

–          Menús para niños en cadenas de restaurantes que incluyen bebidas saludables como su bebida estándar.

–          Promoción de bebidas más sanas en supermercados. Beneficios de alimentos del gobierno (por ejemplo, cupones de alimentos) que no se pueden utilizar para comprar bebidas azucaradas.

–          Campañas comunitarias.

–          Medidas que mejoran la disponibilidad de bebidas bajas en calorías en el hogar, por ejemplo a través de entregas a domicilio de agua embotellada y bebidas dietéticas.

–          También hemos encontrado algunas pruebas de que una mejor disponibilidad de agua potable y bebidas dietéticas en el hogar puede ayudar a las personas a perder peso.

¿Qué significa esto en la práctica? Nuestra revisión muestra que las medidas que cambian el entorno en el que las personas eligen las bebidas pueden ayudar a las personas a beber menos bebidas azucaradas. Sobre la base de nuestros hallazgos, sugerimos que tales medidas se puedan usar más ampliamente.

Lea el artículo completo en: https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD012292.pub2/epdf/full