El costo de salir de casa sin comer

El costo de salir de casa sin comer

En los últimos 15 años se triplicó el número de chilenos que no desayuna. Expertos advierten los problemas que genera esta costumbre.

 

Un desayuno con un adecuado aporte en carbohidratos y proteínas es clave para un buen rendimiento intelectual y anímico. Sin embargo, los resultados de la más reciente Encuesta Nacional de Salud (2010) muestran que un 16% de los chilenos no toma desayuno, una cifra que se triplicó desde 2001, cuando el porcentaje era de sólo un 5,1%, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Calidad de Vida y Salud del INE. Un cambio considerable en las pautas de alimentación en los últimos 15 años y que tiene costos en el organismo, según los expertos. 

Mirta Crovetto, nutricionista, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la U. de Playa Ancha, dice que no sólo es una práctica que ha perdido vigor, sino que entre quienes lo hacen, hay un porcentaje creciente de personas que no desayuna en casa.

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Según a una encuesta realizada por el portal Trabajando.com a más de 6 mil personas, el 40% de los trabajadores dijo que desayuna en su oficina.

Se come en el trabajo o en las cercanías a él. El problema, explica el experto, no es el lugar, sino el tipo de alimentos: pan con queso y jamón, y a veces infusiones de té o café o bebidas o sopaipillas o hotdogs, “comidas que se venden en todas partes, a la salida del metro, en paraderos o los que poseen más dinero comen en cafeterías donde también es un desayuno altamente calórico y rico en azúcares y sal”. 

Se advierte que este comportamiento influye en la selección de los alimentos. “Con el ayuno prolongado de la noche la persona va a comer más, en cambio si lo hace en su casa, tranquilamente, podría tener la opción de realizar uno más saludable: un lácteo, medio pan con una agregado (palta, lácteo, mermelada o fruta), pero esta costumbre es la que ha cambiado”.

Sube la glucosa

Debido a que se comen muchos productos ricos en azúcares, explica la experta, se eleva la glucosa para luego dar paso a una caída, provocando sensación de hambre. “Eso hace que la persona vuelva a comer cosas dulces. También hay una sobre respuesta de la insulina que favorece los depósitos de grasa. El desayuno en casa ordena la alimentación del día y puede aportar a una alimentación más saludable”, aclara. 

Cristián Hermosilla, académico de la carrera de nutrición de la U. Católica, señala, con datos de la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario de la U. de Chile, que los estudiantes entre 14 y 18 años son los que más se saltan esta comida. El 76,5% reporta  hacerlo, seguido por el grupo de entre 19 y 29 años (81,5%). 

Se sabe que no tomar desayuno afecta principalmente a los niños, “pues estudios muestran que afectan su capacidad de concentración”, dice Hermosilla.

El nutricionista destaca que hay una relación directa entre los adultos mayores que toman desayuno y una mejor calidad de vida. 

También explica que muchas personas con sobrepeso no desayunan, pero “todo lo que no comió en la mañana lo consume en el almuerzo con una gran cantidad de alimentos, muchas veces calóricos”. 

La recomendación, dice Hermosilla, es que el desayuno represente el 20% de las calorías del día. “Unas 400 calorías si es una dieta de 2.000 calorías, que es la recomendada para un adulto que realice una actividad liviana”. 

Un desayuno saludable, aclara, es uno que tenga alimentos naturales y que mezcle frutas y verduras.

Editor:

Considerando lo expuesto, no tan solo constituye un mal hábito, sino un mal ejemplo para niños o hijos. El día normal de un organismo comienza con un desayuno a las 7 AM, compuesto por un lácteo sin grasa, una cereal tipo pan (mitad) agregado: con palta, o quesillo o huevo revuelto y la mitad de una fruta.

Si no tiene tiempo para una nutrición saludable, le sobrara el tiempo en una tercera edad con enfermedad crónica no transmisible. El organismo espera hasta 40 años en transformar deficiencia en enfermedades.

Paulina Sepúlveda G.

Fuente Diario la Tercera Salud