Guías alimentarias recomiendan a hombres y adolescentes varones comer menos carne
Ambos grupos consumen muchas proteínas de vacuno, pollo y huevos, por lo que sugieren reemplazarlas por pescado. También deben aumentar su ingesta de legumbres y vegetales.
Sebastián Urbina
Por primera vez desde su primera publicación en 1980, las guías sobre cómo deben alimentarse los estadounidenses sorprendieron a los especialistas al entregar consejos para un grupo específico de la población.
Se trata de los hombres adultos y de los adolescentes varones, a los que se sugiere reducir el consumo de proteínas de la carne, las aves y los huevos, cuya clara es una gran fuente de proteína. En su lugar deberían comer más pescado, así como más legumbres y vegetales.
Esta recomendación involucra “a casi la mitad de la población, lo cual es un asunto de gran importancia”, dijo a The New York Times Michel Jacobson, director ejecutivo del Centro de la Ciencia por el Interés Público, un grupo de defensa de la nutrición con sede en Washington.
Las nuevas guías, que se revisan cada cinco años, llaman también a disminuir el consumo de azúcar, ya que su rápida absorción eleva la insulina, y esto favorece la diabetes y ayuda a depositar grasas en las arterias, causando infartos.
Las mujeres andan bien
El hecho que el documento pida a los hombres comer menos proteínas se debe a que “se hizo una encuesta de alimentación en la población que demostró que las mujeres estaban bien, y que ellos estaban muy por sobre lo recomendado”, dice la doctora María Luisa Aguirre, nutrióloga infantil de Clínica Dávila.
La novedad de las nuevas guías, destaca la especialista, es que ajusten lo que recomiendan para comer según grupos de edad. También considera positivo que se acepte la diversidad de modelos de alimentación, ya que además de las guías, reconocen como buenas dietas a la mediterránea y la vegetariana.
Su cautela acerca de lo aplicable que puedan ser estas recomendaciones para los chilenos expresa el doctor Gonzalo Ruiz-Esquide, nutriólogo de Clínica Santa María. “Los estadounidenses consumen mucha más proteína que nosotros. Nuestro problema es el alto consumo de carbohidratos. Mientras ellos comen huevos con tocino al desayuno, nosotros podemos comer pan con mermelada”, explica.
Aunque advierte que todo depende de la edad. “Si es un joven, yo no le aconsejo que disminuya la carne o los quesos, por ejemplo, pero sí que reduzca los embutidos y las hamburguesas procesadas”, agrega.
En su opinión, hay que tener cuidado, porque esto es un equilibrio delicado, “ya que si le sacamos un alimento, lo estamos haciendo comer más de otro”, advierte. Su consejo general es ser siempre estricto con la comida chatarra y con las golosinas.
Otro énfasis de las guías es que todos los grupos deben disminuir la cantidad de azúcar refinada, sobre todo la que se agrega al café, el té, los jugos, y el consumo de bebidas azucaradas. También hay que cuidarse de dulces, queques, galletas y cereales azucarados. Para tener una idea, “solo una tableta de chocolate de 2×2 centímetros o dos galletas de avena, equivalen al azúcar que alguien puede comer al día”, dice la doctora Aguirre.
Respecto de las grasas, se sugiere que no sean más del 30% de las calorías diarias. “Lo importante es que sean grasas saludables, como las que provienen de la palta, pescados grasos, frutos secos, la yema del huevo y el aceite de oliva”, detalla el doctor Ruiz-Esquide.