El temor al mercurio hace que muchas gestantes prescindan de este alimento. Los expertos destacan los beneficios cognitivos para sus descendientes
Muchas mujeres embarazadas evitan comer pescado por temor al contenido de mercurio de algunas especies marinas. Sin embargo, las autoridades estadounidenses acaban de emitir unas recomendaciones en las que recuerdan que el pescado contiene numerosos nutrientes positivos para el feto y debería incluirse en la dieta durante la gestación y en la infancia al menos dos veces a la semana.
Las advertencias de la agencia del medicamento de EEUU (FDA según sus siglas en inglés) en 2004 alertando del elevado contenido de mercurio en ciertas especies, como el atún, llevó a que muchas mujeres prácticamente eviten el pescado durante los nueve meses de embarazo, por temor a los riesgos cognitivos derivados de este metal pesado.
Eso sí, la única precisión que hacen las autoridades es que durante el embarazo y la infancia se eviten especialmente ciertas especies de pescado, como atún rojo que ha demostrado que acumula mayores niveles de mercurio en su organismo que pasan al ser humano al ser consumidos.
En cambio, especies como el bacalao, salmón, lenguado, anchoas, truchas de agua dulce o atún en conserva, entre otros, pueden consumirse con seguridad en raciones de 170 gramos dos veces a la semana.
Los beneficios de estos peces, subraya la FDA, no son equivalentes a los que pueden aportar los suplementos artificiales de pescado, de ahí la importancia de consumir pescado. Stephen Ostroff, director científico de la FDA, ha subrayado en declaraciones que recoge el diario The New York Times, que existen suficientes evidencias que demuestran que los hijos de madres que han consumido pescado durante su gestación tienen mayores índices de cociente intelectual y mayores capacidades cognitivas.
Fuente: www.elmundo.es