TRAUMA CRANEAL LEVE EN NIÑOS

 

Dr. Gabriel Muñoz R.

  • El trauma es la 4ta causa de muerte en la población. Es 3,5 veces más frecuente en hombres y es la tercera causa de muerte en el menor de 10 años.
  • El TEC en Chile es más frecuente en extremos de la infancia y en varones.
 
 
 
 
 
 
 

Dr. Gabriel Muñoz R.

  • El trauma es la 4ta causa de muerte en la población. Es 3,5 veces más frecuente en hombres y es la tercera causa de muerte en el menor de 10 años.
  • El TEC en Chile es más frecuente en extremos de la infancia y en varones.
  • La etiología varía con la edad:

–          Sospechar abuso en menores de un año, Caídas en el menor de 4 años y accidentes de tránsito y proyectiles en la              adolescencia.

  • Hay diferencias entre los niños y los adultos en relación a la maduración del cerebro y el sustrato de desarrollo. El cerebro del niño tiene mayor contenido de agua, es relativamente resistente al daño por hipoxia/isquemia y responde al trauma con hiperemia y edema. Esto se traduce en menores lesiones con efecto de masa que requieran neurocirugía y menor mortalidad.
  • Trauma craneal leve en el menor de 2 años: 

            – Historia o signos físicos de un traumatismo directo en el cuero cabelludo, cráneo o cerebro de un lactante que esta alerta o despierta a la voz o tacto ligero.

            – No se considera Escala de Glasgow porque la evaluación clínica es más difícil, las lesiones intracraneales son frecuentemente asintomáticas, las fracturas pueden ocurrir por traumatismos menores y las lesiones infligidas ocurren con más frecuencia.

  • Trauma Craneal leve en el mayor de 2 años:

            – Se basa en la escala de Glasgow ( GCS 15)

            – Estado mental normal en la exploración inicial, sin hallazgos en la esfera neurológica y sin evidencia física de fractura de cráneo.

  • Lesión cerebral traumática leve:

           – Es una alteración, traumáticamente inducida, de la función neurológica y del estado mental

           –  Se asocia a síntomas como breve pérdida del conocimiento, desorientación, cefalea o vómitos.

           – GCS 13 a 15, 30 min después de ocurrida la lesión.

           – La aparición de deterioro es rápido, de corta duración y se resuelve espontáneamente.

           – TAC debe ser normal y no es necesario para el diagnóstico.

  • El tipo de fuerza aplicada al cerebro determina la naturaleza de la lesión resultante.

           – Aceleración lineal (contusiones superficiales o hematomas subdurales).

           – Desaceleración súbita (lesiones de tronco).

           – Rotación (daño generalizado y hemorragias de retina).

  • Lesión cerebral en el menor de 2 años:

          – Lactantes pueden no tener síntomas ni clínica de lesión cerebral.

          – 3 a 10% de los niños con traumatismo craneal leve y examen neurológico normal pueden tener una lesión intracraneal.

  • Lesión cerebral en el mayor de 2 años:

         – Solo un 0.1% requiere intervención quirúrgica.

  • Signos Clínicos: Pérdida del conocimiento, cefalea, irritabilidad, vómitos, convulsiones, Fracturas de cráneo.
  • Evaluación:

         – Historia Clínica (mecanismo del trauma, condiciones preexistentes, etc)

         – Examen físico (signos vitales, déficit neurológico focal, Neumotórax, etc.)

         – Neuroimagen: TAC sin contraste y con ventana ósea es el examen de elección. TAC se solicita cuando hay riesgo de lesión cerebral traumática asociada al trauma.

         – Consulta al Neurocirujano: cuando exista una lesión cerebral detectada por TAC, cuando haya fractura de base de cráneo o deterioro de la situación clínica.

         – Dar de alta después de la observación.

Consultar nuevamente si:

  • La cefalea persiste o empeora
  • El paciente comienza con vómitos posteriores a la lesión inicial
  • Se observan cambios en el estado mental o comportamiento del niño
  • Marchas inestables e incoordinación
  • Episodios de convulsiones.

  Hospitalizar si:

  • Existe una lesión cerebral o fractura de base de cráneo.
  • Alteración persistente del estado mental.
  • Vómitos incesantes.
  • Sospecha de lesión infligida.
  • Lesiones extracraneales que requieren ingreso.
  • Cuidadores no fiables o que no pueden regresar para recibir atención.

 

Fuente: Curso enseñanza continua FUDOC

Alumna Carla Morelli, Dra. Castro, Dr. Barreda