Aunque los focos se han desplazado hacia el nuevo coronavirus de Oriente medio, la nueva cepa de gripe aviar que apareció en febrero en China sigue siendo un motivo de preocupación para la comunidad científica. Un estudio publicado esta semana en la revista ‘Science’ demuestra que esta cepa, nunca antes vista en humanos, podría transmitirse con facilidad entre personas.
Aunque los focos se han desplazado hacia el nuevo coronavirus de Oriente medio, la nueva cepa de gripe aviar que apareció en febrero en China sigue siendo un motivo de preocupación para la comunidad científica. Un estudio publicado esta semana en la revista ‘Science’ demuestra que esta cepa, nunca antes vista en humanos, podría transmitirse con facilidad entre personas.
De momento, parece que las estrictas medidas de control establecidas por el gobierno chino, con el cierre de mercados de aves vivas y el sacrificio de los animales enfermos, están dando sus frutos, y las cifras de nuevos infectados parecen estancadas. En total, se calcula que el virus de gripe aviar H7N9 ha infectado a más de 130 personas, causando la muerte a 37 de ellas.
Científicos de la Academia China de Ciencias Agrícolas, encabezados por Hualan Chen, ha llevado a cabo en esta ocasión el análisis de casi 10.000 muestras tomadas de todo tipo de aves domésticas, silvestres y acuáticas. De ellas, se secuenció el genoma completo de 37 muestras tomadas de los animales y otras cinco obtenidas de pacientes ingresados en los hospitales.
El análisis muestra que la nueva gripe aviar es capaz de unirse a los receptores de las vías aéreas del sistema respiratorio humano, pero sin perder su capacidad de infectar a las aves. Además, el estudio vuelve a ratificar que esta gripe es capaz de infectar fácilmente a las aves sin que éstas den ningún síntoma, lo que está dificultando su plena erradicación en China. En este sentido, los autores señalan que “las medidas de control implementadas en los mercados están evitando nuevas infecciones en humanos; sin embargo, la eliminación del H7N9 de la naturaleza es un gran reto a largo plazo y su capacidad para replicarse silenciosamente en las aves es un obstáculo para ello”.
Editado por: Dra. Daniela Castro, Dr.Pedro Bareda
Fuente: BBC Mundo
Imágenes: archivos personales, google