Menos pediatras, más gerontólogos
Todos los días a las 6 de la mañana mi amigo el Dr. Jorge Allende, Premio Nacional de Ciencias Naturales, se tira un piquero en una piscina olímpica. Él es un poco mayor que yo, pero ni tanto.
Jorge se mantiene alerta, dirige las relaciones internacionales de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, participa en el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad, entre muchos otros estímulos y desafíos.
Fue presidente del ICSU, organización que aúna a todas las Academias de Ciencia del Mundo. Su Facultad de Medicina lo ha aprovechado como investigador y docente por muchos años.
El caso es que la semana pasada, la U. de Chile destacó en su página web su preocupación por el envejecimiento en Chile.
Llama a la acción.
Primero, Allende dice que mi hijo tiene 15 años más de expectativa de vida que mi padre, que murió a los 87. Segundo, dice que Chile es el país de América Latina con la segunda mayor expectativa de vida del continente. Y tercero, que nuestra expectativa de vida es mayor que la de EE.UU. Chile es un país que envejece.
La cosa es envejecer bien, no echados en un sillón.
Allende pide montar una campaña para convencer a la gente de mantenerse física y mentalmente activos y de comer sano. Si no se logran estos cambios, amenaza, el año 2050 -cuando mi hijo tenga mi edad-, habrá en Chile 620 mil enfermos de alzheimer, y muchos cánceres, diabetes y más.
Hoy la Escuela de Salud Pública de Harvard le da un argumento poderoso para afianzar la dieta de pescado y mariscos: el profesor Darlush Mozaffarlan publica que los adultos mayores con altos niveles de ácidos grasos Omega-3 pueden bajar su riesgo de morirse hasta en un 27%. Esos aceites solo están en los productos del mar. En Chile, el INTA los ha trabajado intensamente.
Se estudia todo esto. Tal como lo demuestra el estudio de Harvard, los investigadores trabajan en disminuir la velocidad del envejecimiento. La lata es que en Chile hay pocos grupos en el tema. Más encima, las universidades no producen más de tres gerontólogos al año; resulta más tierno estudiar Pediatría.
Solo a esos gerontólogos les va a interesar el anuncio de la U. de Copenhague el miércoles pasado: trabajan en detener el envejecimiento celular controlando la enzima telomerasa, que construye los telómeros. Los telómeros defienden las células para que no envejezcan sus cromosomas; trabajan como el plástico de las puntas de los cordones de los zapatos.
Y ni hablar de lo que Chile más viejo implica para las pensiones, el sistema de salud, los diseños de la ciudad y el transporte…
La cosa se viene. Y es posible, si todos nos cuidamos, que podamos ir de madrugada a bracear en una piscina olímpica, como Jorge Allende, y vivamos mejor, y más años. Pero, como escribe él, falta tomar decisiones.
“Chile es el país de A. Latina con la segunda mayor expectativa de vida del continente”