Chilenos ignoran sobre Ataque cerebral

Chilenos ignoran causas de un ataque cerebral

Unas 30 mil personas sufrirán un problema de este tipo en los próximos doce meses. La hipertensión es uno de los culpables.

Cristián González Emol

El ataque cerebrovascular es la segunda causa de muerte en el mundo industrializado, después de la enfermedad coronaria, y en el país es la primera y un problema que sufrirán 30 mil chilenos en el curso de un año. Y muchos no saben qué es ni cómo se produce.

Ésos son los datos que maneja la Sociedad Chilena de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (Sonepsyn) sobre el también llamado ataque cerebral, que hoy celebra su Día Mundial, con el propósito de crear conciencia e informar a la población.

“Reconocer los síntomas que advierten del inicio de un ataque cerebral es fundamental para una consulta precoz”, dice el doctor Roberto Maturana, neurólogo vascular de la Sonepsyn. De ello depende iniciar un tratamiento oportuno con antihipertensivos, estatinas y anticoagulantes para minimizar el daño, en especial dentro de las primeras 24 a 72 horas. “Ese período es clave en el manejo neurológico y para minimizar los efectos de la lesión”.

De lo contrario, la mitad de los pacientes fallece o queda discapacitado severamente, mientras que el resto permanece con secuelas de diferente intensidad.

Una encuesta latinoamericana realizada por Laboratorio Merck arrojó que el 83% de las personas que padecieron un ataque cerebral no pudieron volver a trabajar, mientras que el 68% de los entrevistados reconoció sufrir cambios importantes en el esquema familiar y laboral para hacerse cargo del paciente.

Aunque su tratamiento estará incorporado al plan Auge a partir del 1 de julio, lo mejor es prevenir. Y eso pasa por controlar la presión arterial, dejar de fumar, hacer ejercicios regularmente, comer alimentos saludables (mucha fruta y verdura, evitar grasas) y controlar la diabetes.

Conocer síntomas del ataque cerebral es vital

Cómo se actúe durante las primeras horas de ocurrido el accidente determina el éxito del diagnóstico posterior.

Si le ha llegado un mail con la historia de una mujer que tropieza durante un asado, queda temblorosa y muere un par de horas después, no se extrañe.

Se trata de un mensaje llamado “Embolia” con consejos sobre cómo detectarla a tiempo y que ha circulado a tal nivel; hasta “The New York Times” le dedicó una columna para aclarar los puntos que contiene el correo.

Éste consiste en una advertencia sobre los síntomas del infarto cerebral y cómo éstos pueden ser detectados por cualquiera durante su etapa inicial.

Primero, se recomienda a los presentes que le pidan a la persona sonreír, luego que levante ambos brazos y, por último, que pronuncie una oración simple, como “hoy es un día soleado”.

Un test que, según la columna del “New York Times”, fue establecido durante un congreso de la Asociación Americana de Infarto Cerebral, en 2003.

El tiempo es clave

La neuróloga de la Clínica Santa María doctora Pamela Ortiz coincide y asegura que la detección precoz de este tipo de situaciones es “vital”. “Durante las primeras tres horas se puede salvar esa zona del cerebro con poca irrigación, pero a medida que pasa el tiempo se va haciendo cada vez más difícil”.

Por ello, el Jefe de neurología de la Clínica Alemana, Arnold Hoppe, precisa que es importante tener en cuenta que un infarto cerebral se presenta generalmente con compromiso del lenguaje o “incapacidad de hablar, entender o articular bien las palabras”, precisa.

Signos que generalmente van acompañados de compromisos motores, como “pérdida de fuerza o adormecimiento de las extremidades, las manos o la cara” y de una restricción del campo visual.

Y agrega que, cuando se trata de una embolia, se caracterizan por aparecer en forma brusca.

“Es importante rescatar que este mail crea conciencia de un problema que la mayoría de la gente desconoce y que es una de las patologías cerebrales más frecuentes. En Chile, a diferencia de lo que pasa con los infartos cardíacos, son pocos los que pueden reconocer los signos de alerta, lo que incide en que no todos los pacientes son derivados a tiempo”, aclara la doctora .

El doctor Hoppe agrega, además, que conocer los signos de alerta es cada día más clave. “La aparición cada vez más temprana de patologías como hipertensión, diabetes y dislipidemia (colesterol alto) hace presagiar que los accidentes cerebro vasculares también se van a dar más frecuentemente en personas menores de 50 años”.