El juego es una expresión universal del ser humano. A través de esta acción, el niño va ensayando diversas maneras de comunicarse e interactuar con sus pares, con el entorno, con los objetos y consigo mismo. Atendiendo a la importancia del juego, los obsequios pueden tener un valor didáctico destacado ya que pueden favorecer la creatividad, el desarrollo de destrezas, estimulan los sentidos, favorecen la coordinación, entre otras habilidades
Dr. Enrique Paris, pediatra y toxicólogo Director médico Centro de Información Toxicológica (CITUC)
El juego es diferente en cada etapa del desarrollo psicomotor y es considerado un proceso fundamental en el crecimiento de todos los niños, es una experiencia de aprendizaje y desarrollo de la personalidad, de las habilidades motoras y de los procesos cognitivos del niño.
Atendiendo a la importancia del juego, los obsequios pueden tener un valor didáctico destacado ya que pueden favorecer la creatividad, el desarrollo de destrezas, estimulan los sentidos, favorecen la coordinación, entre otras habilidades. Los padres y familiares buscan cada vez más estas características en los juguetes que adquieren para sus hijos, intentando que sean adecuados para cada etapa del desarrollo.
Características de los juguetes
Son herramientas de juego y por tanto deben ser elegidos de acuerdo a la edad del niño, ya que en cada etapa del desarrollo deben reunir ciertas características para obtener el máximo beneficio.
- Desde 0 a 1 año: elegir colores llamativos y que estimulen los sentidos del oído, tacto y vista. Ejemplo: bloques grandes de madera o plástico, animales, muñecos o pelotas de material blando y lavable, juguetes que floten en el baño, sonajeros con formas y colores llamativos y sin piezas pequeñas.
- Entre 1 y 2 años: elegir juguetes que ponen a prueba las habilidades motrices y la coordinación muscular. Ejemplo: libros de tela o plástico con figuras grandes, juguetes que encajen dentro de otros, juguetes para apilar o de arrastre, juguetes musicales, tambores.
- Entre 2 y 5 años: elegir aquellos que estimulen la imitación o experimentales. Ejemplo: elementos para dibujar (pizarrón y tiza), rompecabezas de piezas grandes, libros de cuentos y acción.
- Entre 5 y 9 años: estimular la creatividad y el desarrollo de destrezas. Ejemplo: juegos de cartas, títeres, pelotas, juegos de mesa (dominó, ludo), bicicletas y cuerdas para saltar.
- Entre 9 y 14 años: incentivar el desarrollo de hobbies y actividades científicas. Ejemplo: juegos de computación adecuados, microscopios, telescopios, juegos de mesa, equipo para practicar deportes, instrumentos musicales.
La prevención es siempre fundamental para mantener la salud y evitar accidentes, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones: – Escoja cada juguete cuidadosamente, teniendo siempre en cuenta la edad, los intereses y la habilidad del niño. – Prefiera y busque calidad en el diseño y la construcción del juguete, cualquiera que sea la edad del niño. Prefiera aquellos elaborados con pinturas no tóxicas. – Las envolturas plásticas de los juguetes (bolsas) deben desecharse inmediatamente, para evitar el riesgo de asfixia. – Asegúrese que todas las instrucciones o advertencias estén en español y sean fáciles de entender para usted y, cuando sea necesario, para el niño. – Lea las etiquetas y preste atención a las advertencias sobre la edad del niño, tales como “No se recomienda para niños menores de tres años.” – Busque otras etiquetas de seguridad como aquellas que mencionan: “No inflamable/Resistente al fuego” para los juguetes de tela, y “Lavable/Materiales higiénicos” para los peluches o juguetes que tengan relleno. – Los juguetes no deben tener bordes filosos, puntas metálicas o vidrio. Tampoco deben tener cordones o cuerdas largas que pudieran enredarse en el cuello del niño o piezas pequeñas y desarmables que puedan ser tragadas. – Evite comprar juguetes que lancen objetos al aire o con sonidos estrepitosos, los que puedan dañar los ojos o la audición del niño. – En el caso de juguetes para niños menores de 3 años, debe asegurarse que los juguetes no tengan partes que puedan desprenderse, (ojos, nariz, pilas, botones, perillas, etc.) y que los niños puedan llevarse a la boca con el consiguiente riesgo de asfixia. – Evite los set de química o laboratorio en niños menores de 12 años, ya que pueden contener sustancias químicas peligrosas o causar incendios o explosiones, en niños mayores asegúrese que el niño sabe y entiende cómo manejar con seguridad estos juegos.
La mejora en las normas de seguridad para la fabricación y uso de los juguetes. Las certificaciones de los productos han hecho a la mayoría de ellos seguros cuando se utilizan adecuadamente, para las edades y etapas de desarrollo recomendadas. Los niños aprenden desde el momento en que nacen y sus padres o cuidadores son los principales responsables de entregar experiencias de calidad para que los menores aprendan. Debemos recordar que los juguetes facilitan pero no substituyen el aspecto más importante en el desarrollo del menor: fomentar relaciones afectuosas, cálidas y de confianza. *Agradecimientos a la Dra. Viera Morales, médico pediatra