La ropa infantil de numerosas marcas internacionales que se vende en países como España, Colombia, Argentina o México, contiene tóxicos noscivos para la salud, reveló Greenpeace en un informe presentado el martes 14 de Enero.
EFE
La ropa infantil de numerosas marcas internacionales que se vende en países como España, Colombia, Argentina o México, contiene tóxicos noscivos para la salud, reveló Greenpeace en un informe presentado el martes 14 de Enero.
La organización ha analizado hasta 82 prendas para niños, desde camisetas a zapatos o bañadores, de las marcas Adidas, American Apparel, Burberry, C&A, Disney, GAP, H&M, Li-Ning, Nike, Primark, Puma y Uniqlo, compradas en tiendas de hasta 25 países.
“La investigación confirmó que todas las prendas contenían químicos peligrosos para la salud y que pueden alterar el equilibrio hormonal, desde la ropa de marcas más económicas hasta las de lujo. Es una situación alarmante que se extiende por toda la industria”, explicó Ann Lee, la responsable de la campaña de tóxicos de la oficina de Greenpeace de Asia Oriental.
Los análisis mostraron que un 61 por ciento de las prendas contenían nonilfenol, un grupo de químicos que actúan como perturbadores hormonales, mientras que más del 94 por ciento tenían ftalatos, utilizado comúnmente en la industria textil como suavizante y conocido como un tóxico que afecta desarrollo reproductivo en mamíferos.
A pesar de que el contacto con estos químicos es evidentemente riesgoso para la salud, se desconoce cual puede ser la consecuencia directa para el niño que vista la ropa ya que aún no hay estudios científicos concretos que digan con exactitud qué es lo que ocurre con una exposición alta a estos tóxicos. Sin embargo, hay que mantenerse alerta.
Los productos analizados por Greenpeace fueron adquiridos entre mayo y junio de 2013 en tiendas oficiales de las marcas en países como España, Colombia, México, Argentina, Italia o Estados Unidos, y fueron fabricados en una docena de naciones diferentes. Entre ellas, la tercera parte procedían de China, donde la organización cree que hay que comenzar a atajar el problema. La mayoría de controles se establecen en el proceso manufacturero, por lo que las firmas no incurren en ninguna ilegalidad nacional, aunque, como pudo comprobar Greenpeace, algunas sí incumplen sus propias políticas.
Greenpeace incitó al Gobierno chino a “ayudar a parar el uso de químicos nocivos en la industria textil” con nuevas medidas como, por ejemplo, publicar una lista de sustancias que no pueden utilizarse o instando a las fábricas a publicar información sobre el uso de las mismas.
Gracias a la presión popular, unas 18 marcas internacionales -entre las que se encuentran las españolas Mango o Zara- ya han registrado un gran avance, después de similares informes publicados en años anteriores.
Fuente: www.emol.com